martes, 14 de enero de 2014

Recordando los motivos

El miércoles pasado fue probablemente el día que peor lo he pasado entrenando desde que estoy con la gente del Clínica Menorca-SS.Reyes. Llegué a casa bastante tocado anímicamente y mermado físicamente, la noche la pasé fatal, apenas dormí ahogado en mocos. El jueves estaba destrozado, con fiebre empastillado para poder aguantar el trabajo(paracetamol e ibuprofeno a saco) y pensando que el fin de semana tenía que estar recuperado para disfrutar del esquí en Formigal con los amigos.
Llegó la noche de jueves y otra vez empapado de sudor de la fiebre, otra vez malestar general, mocos cada vez peor...no pintaba bien la cosa.
El viernes aguanté el curro y el viaje como buenamente pude, también a base de pastillas y el sábado por la mañana a disfrutar del día de esquí. Me encontraba un poquito mejor, solo eso, un poquito, tenía mucha congestión (nariz,ojos,cabeza y garganta) pero parece que la fiebre se me había quitado.
El día estaba gris y la estación a pesar de tener poca nieve para lo que suele ser esta época del año, tenía 100 kms esquiables, mas que suficiente.
La nieve estaba en condiciones regulares, poco pisada en pistas, muy húmeda y fuera de las pistas era impracticable, tanto por la excased de nieve como por lo helada de la poca que había.
Estrenábamos mi mujer y yo esquís que habíamos comprado a muy buen precio (agradecido a quien toque) y costaba un poco adaptarse a los nuevos, mucho mas rápidos y con un radio de giro mas pequeño. Eso si, cuando me acostumbré los disfruté muchísimo, son unos esquís realmente cojonudos, muy juguetones.
Así pasamos todo el día, tanto nos gustó que casi perdemos el último telesilla de regreso al autobús, de hecho bajamos la última pista detrás de la maquina de pisar las pistas que ya empezaba su trabajo...al día siguiente se suponía que venía mucho sol y había que dejar las pistas bien pisadas.

Foto de grupo justo antes de volver al hotel el Sabado

El sábado por la noche vemos el Atleti-Barsa, copita y a dormir, molidos. 
El domingo a las 7:30 toca diana, desayuno de los campeones(es decir monstruoso) y para las pistas. 
Enseguida sol de justicia, calor y pistas en excelentes condiciones de nieve, había pisado muy muy bien las pistas y en algunas zonas había nevado después con lo que había como 5 cms de nieve nueva suelta que ayudaba a esquiar de lujo...uno de los mejores días de esquí que he tenido.  Además pude divertirme aun mas porque cambié durante un par de horas los esquís normales por los big-foot de mi colega Harry, unos esquís la mar de divertido con los que ir rápido y dar saltos es muy muy sencillo y divertido.
Así que nada...un fin de semana de esquí fantastico...entrenamiento cruzado jejeje

Mi mujer y yo...sobran las palabras

Ya de vuelta el lunes me encontraba bastante mejor, así que ayer decidí ir a entrenar de nuevo, la semana pasada al final solo corrí 2 veces, pero espero que el esquí también cuente.
El caso es que como me había perdido las series de 400 m y no quería perder entrenos de calidad, decidí cambiar los cambios de ritmo de 2' que tocaban por ir a la pista de Sanse ha hacer las series de 400 m.
Así que con ese animo estuve calentando fuerte durante 30' echando todos los mocos del mundo y cuando llego a las pistas, resulta que no hay luz(apagón) así que me toca en 30 segundos decidir que hacer...y hacía tiempo que había pensado que tendría que hacer alguna tirada larga de cuando en cuando, así que decido que esa será mi opción...tiro hacia la dehesa a buen ritmo y a no pensar demasiado...
Pasan los kilómetros y el frío inicial y dolor generalizado de patas(cargaditas del esquí) dan paso a unos cuantos kilómetros muy agradables...ya es de noche, voy a buen paso, no hay nadie por la dehesa y recuerdo mis días entrenando para el MAPOMA, donde el único objetivo era acumular kilómetros y el ritmo algo secundario...me doy cuenta de que lo único que se escucha es mi respiración rítmica y mis pasos sobre el camino ... voy rápido y cómodo para los ritmos que llevaba entonces, eso me gusta y por primera vez en unos cuantos meses recuerdo el motivo por el que me gusta tanto correr, esa sensación de paz con uno mismo que de cuando en cuando se consigue.
Disfruté bastante la parte intermedia del entrenamiento, luego ya a partir de la horita empecé a notar el peso de los kilómetros y la falta de práctica de hacer tiradas largas, me dolían los pies bastante y el isquio volvía a quejarse...pero finalmente acabé 16,6 kms en algo mas de 1h22', cansado pero feliz.
Hoy me he levantado bastante mejor del resfriado, gripe o lo que sea, eso si, ahora me ha atacado el herpes labial(típico por la bajada de defensas) así que seguro que aun me quedan unos días de penar...que le vamos a hacer.

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